Desde que represento a la Unión General de Trabajadores en el Ayuntamiento de Algeciras, me ha tocado vivir dos crisis económicas que hicieron a los sindicatos jugar un papel primordial para que aquellos, que con intereses bien distintos a los que nos mueve a la clase trabajadora, acabasen con los logros y derechos que con tanto esfuerzo, lucha y negociación fuimos consiguiendo durante décadas.
Todos sabemos que nunca nos han regalado nada, que lo poco o lo mucho que tenemos, lo hemos conseguido con nuestras luchas y con nuestras movilizaciones.
Hoy los trabajadores festejamos el origen del movimiento obrero moderno, en una jornada de homenaje a los sindicalistas que fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de 8 horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886.
Año tras año, desde la instauración de la democracia en España, hemos salido a la calles festejar este día, y reivindicar lo que en cada momento era de vital importancia para los trabajadores y trabajadoras.
La primera crisis económica provocada por la crisis económica y financiera originada por la burbuja inmobiliaria de Japón en 1990, empezó a castigarnos un poco más tarde que a otros países. Fue en 1993 cuando alcanza su punto más álgido, y en concreto ese “Jueves negro” (13 de mayo) marcó su importancia y malignidad, cuando el gobierno se ve obligado a devaluar nuevamente la peseta, siendo la tercera vez que los hacía en 9 meses. De tener una tasa de desempleo en 1990 del 16,1% pasamos la de 23,9% en 1993, alcanzando el 24,1% en el año 1994.
La clase trabajadora se vio castigada, sufriendo nuestro sistema de pensiones, el de la sanidad pública, en definitiva se veía como se tambaleaba nuestro joven estado de bienestar.
Pero fue este mismo año, 1994, cuando España deja atrás la recesión y comienza la escalada de recuperar lo perdido.
La segunda crisis, la de 2007, cuando nuestro gobierno decía estar en lo más alto, con una economía sin parangón, representó para España una crisis, que según el Instituto nacional de Estadística concluyó en 2014, no siendo cierto, porque se tardó bastantes más años en recuperar los índices económicos previos a la misma.
Se caracterizó por dar fin a la burbuja inmobiliaria que se había instaurado como motor de la economía junto con el sector turístico, dio origen a la crisis bancaria, que acabó con un rescate de los fondos públicos, que nunca fueron devueltos a la ciudadanía.
Pero sin dudas quién más lo sufrimos, como siempre, fue la clase trabajadora, con el aumento del desempleo, con los recortes en sanidad, en educación, la congelación de los salarios, el atraco a los funcionarios, la promulgación de leyes restrictivas para callarnos, una reforma laboral que seguimos lastrando, y como no la obsesión de desprestigiar a los sindicatos para poder controlar lo único que les podía hacer frente a los gobernantes y a los poderes económicos, para preservar derechos y recuperar los perdidos.
Ello derivó el surgimiento de movimientos sociales encaminados a cambiar el modelo económico y productivo así como cuestionar el sistema político exigiendo una renovación democrática.
En estos momentos nos encontramos inmersos en otra crisis mundial, pero esta vez no está creada por ninguna burbuja inmobiliaria, es una crisis sanitaria sin precedentes para aquellos que habitamos el planeta, ya que hace más de 100 años que no nos azotaba algo parecido.
Ello trae pareja una crisis económica brutal, que nada tiene que ver con las dos anteriores. Los Organismos competentes ya vaticinan que nuestra economía se contraerá por encima del 9% y que nos llevará a una tasa de desempleo que nunca podríamos haber imaginado.
Sin lugar a dudas una nueva etapa que será aprovechada por “algunos” para recortar el Estado de Bienestar, para debilitar a los sindicatos y desprestigiar a los funcionarios.
Pero no pueden olvidar, que esta crisis, nada tiene que ver con las anteriores, que los sindicatos se unirán para que ello no suceda, no permitiremos que el mierdavirus-19 acabe con tantos años de sacrificio y de lucha por pretender vivir un poco mejor.
Los trabajadores y trabajadoras (tanto de empresas públicas como privadas) se han comprometido con la sociedad para garantizar nuestra supervivencia, manteniendo los servicios esenciales, poniendo en peligro tanto sus vidas como las de sus familias, para que el resto de la población permanezca confinada en sus domicilios sin que les falte de nada.
La ciudadanía ha comprobado ahora más que nunca, la necesidad de los servicios públicos, que día a día desde el inicio de la pandemia, vienen demostrando su entrega sin límites, para asegurar la salud, la seguridad, la educación…, en definitiva para asegurar “nuestras vidas”.
Hoy no podremos “tomar las calles” para reivindicar todo aquello que creemos justo, pero lo haremos de forma virtual, a través de las redes sociales, para que todo el mundo sepa que seguimos activos en defensa de todo aquello que concierne a los trabajadores y trabajadoras, y que hoy más que nunca solicitamos, lo que aún no se ha dado, y es que “los partidos políticos hablen, dialoguen” y que éstos lo hagan con los interlocutores sociales. Estamos seguros que si se hubiera comenzado esta crisis sanitaria “escuchando a todos”, en la parte que les correspondiese a cada uno, la misma se hubiera llevado a cabo con mayor eficacia sin haber dado lugar a tanto dolor por la continua pérdida de nuestros seres queridos.
Tenemos que tender a “nuevo modelo” y para ello será necesario la implicación de todos en este país, y como no la de Europa, que es precisamente ahora cuando tenemos que sentir "su hermanamiento", y no sólo con la instauración del euro como moneda única.
Todos juntos, con responsabilidad, tanto los que están prestando sus servicios de forma presencial, como aquellos otros que lo hacen desde casa, no vamos a permitir al covi-19 que gane esta batalla, ni mucho menos que se aproveche esta situación para menoscabar nuestros derechos.
Por todo ello desde la Federación de los Servicios Públicos de la Unión General de Trabajadores siempre hemos defendido, y así lo seguiremos haciendo “LO PÚBLICO” como garante del “ESTADO DE BIENESTAR”
# YoSoyPrimeroDeMayo
#OtroModeloEsNecesario