La Responsabilidad de las Mayorías

Articulo de nuestro compañero y colaborador
José Antonio Orfila Rodríguez "Kiko"

FSP-UGT ha conseguido unos resultados excepcionales en las elecciones celebradas en el Ayuntamiento de Algeciras, tanto más legitimadores si atendemos al dato de que el voto emitido ha alcanzado el noventa por ciento del censo.

No vivimos la mejor época de las instituciones democráticas. Los sindicatos tampoco se libran del desprestigio en que han sucumbido los mecanismos tradicionales de participación pública. La irreversible desafección ciudadana constituye, sin duda, el síntoma más preocupante de que el sistema democrático, en el modelo hasta ahora conocido, se halla en franco proceso de decadencia. Y hemos de reaccionar.

La implantación del capitalismo extremo, el recorte del Estado del Bienestar, la inoperancia de la Unión Europea, la indignación frente a los partidos políticos por causa de su corrupción y de su servilismo ante los requerimientos egoístas del mercado son los factores, entre otros, que explican este consenso generalizado en torno a un diagnóstico no por aceptado menos inquietante: la democracia está gravemente enferma.

El loable porcentaje de participación invita, no obstante, a una reflexión: se diría que los empleados municipales de Algeciras vamos tomando conciencia de que estamos inmersos en una crisis cultural de primer orden; vamos notando que el colapso también nos afecta y que nuestra particular posición en el entramado sociológico de Algeciras, a veces acomodada, debe sufrir un giro radical.

Preocupados por la tesitura incierta, los electores hemos optado por depositar nuestra confianza, casi monolíticamente, en una sola fuerza sindical, en lugar de fragmentarla entre las tres candidaturas concurrentes. La inquietud ha germinado en unión.

Por tanto, sobre los compañeros de FSP-UGT recae una responsabilidad enorme que tendrán que gestionar con generosidad hacia las candidaturas perdedoras, con firmeza ante la posibilidad de retroceso en las condiciones de trabajo y, finalmente, con altas dosis de estimulación de los instrumentos participativos. Y hemos de echarles una mano en lo que nos resulte posible. Si algo está demostrando la crisis es que no basta con votar.

En puertas tenemos las elecciones locales, que, tal vez, modificarán el actual equilibrio de fuerzas políticas municipales. Poco después se habrá de iniciar la negociación del Convenio. Son dos hitos que marcarán decisivamente toda la legislatura, pero no serán los únicos. Ni Algeciras ni quienes trabajamos en su Ayuntamiento podemos obviar un fenómeno sociológico de primera magnitud: los estratos más golpeados por el crack financiero están organizándose al margen de los instrumentos tradicionales. Es cierto que culpan a la clase política, pero también lo es su recelo o indiferencia ante las propuestas de los sindicatos, de ahí la expansividad de las redes sociales. La demostración de fuerza de la plataforma “DEMOCRACIA REAL”, en contraste con la convocatoria sindical del Primero de Mayo, así lo pone de relieve.

Con todo, FSP-UGT en el Ayuntamiento tiene detrás una organización estable, unos líderes capacitados y unas siglas llamadas a recuperar protagonismo. Y ahora, como nunca, se ha erigido en promesa de lucha sindical honesta. El reto es dignificar el empleo público. Es un buen lugar y es el momento preciso para acometer esta noble tarea.