UGT demanda una política económica diferente para salir del atolladero del previsible crecimiento continuado de los precios, el estancamiento económico y la persistencia de las altas tasas de desempleo. Para ello es necesario incentivar la demanda interna y el consumo, a través de una mejora del poder adquisitivo de los salarios y de las pensiones, imprescindible para recuperar la confianza, la actividad económica y el empleo. UGT considera prioritario el desbloqueo de la negociación colectiva, el cumplimiento de los compromisos salariales suscritos, por los interlocutores sociales, en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (especialmente en lo que se refiere a la inclusión de cláusulas de revisión en todos los convenios) y garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores que perciben el Salario Mínimo Interprofesional (éste debería alcanzar los 800 euros mensuales en 2012, en 14 pagas). El sindicato califica de intolerable la congelación del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) en 2011, pues castigará a las rentas más bajas.
El Índice de Precios al Consumo, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística, recoge una variación interanual en el mes de octubre del 2,3%, dos décimas más que la registrada en el mes anterior. Por su parte, la tasa de variación mensual aumenta ocho décimas y se sitúa en el 0,9% respecto al mes de septiembre
Entre los grupos que han tenido un mayor influencia en el aumento de la tasa interanual, destacan Vivienda, con una variación del 5,4%, más de un punto superior a la del mes anterior, incremento que se explica por la subida del precio de la electricidad, que se había mantenido estable desde octubre de 2009; Alimentación y bebidas no alcohólicas, con un amento de tres décimas, hasta el 0,4%, debida a la variación del precio de la carne de ave y del pescado fresco; y Transporte, con una variación anual del 6,9%, una décima por encima del mes de septiembre, lo que se explica por la subida de precios de los precios de carburantes y lubricantes, que han aumentado este mes frente a las bajadas registradas el año pasado.
Por su parte, el grupo que destaca por su disminución ha sido Medicina, con una tasa anual del -1,0%, fundamentalmente debida a la bajada de los precios de los medicamentos y otros productos farmacéuticos, frente a la estabilidad de 2009.
Por otra parte, la inflación subyacente, que mide la variación general de precios descontando los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se mantiene en el 1,1%, y sitúa su diferencia con el índice general en 1,2 puntos.
En septiembre, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) aumenta dos décimas con respecto al mes anterior, situándose en el 2,3%. Para el conjunto de la Zona Euro, la variación interanual del IPCA se incrementa una décima en octubre, alcanzando el 1,9%. Los resultados del mes de octubre reflejan un nuevo crecimiento en el diferencial, hasta situarse cuatro décimas por encima de la inflación de la Zona Euro, lo que supone una nueva pérdida de competitividad de nuestro país con respecto a los países con los que compartimos moneda.
La inflación del mes de octubre ha vuelto a aumentar, hasta situarse en el 2,3%. Este nuevo aumento recoge los efectos del incremento del precio de la luz y algunos productos alimenticios básicos (como las patatas, las frutas frescas, las hortalizas, las legumbres y el pollo) junto con los efectos derivados de la evolución los precios de carburantes y lubricantes, cuya demanda previsiblemente se incrementará en nuestro país dado el periodo invernal (en lo que va de año, la rúbrica que incluye el precio de la calefacción, ha aumentado casi un 9,0%).
Si se conjugan, como parece, un crecimiento continuado de los precios, el previsible estancamiento económico, y, sobre todo, la persistencia de las altas tasas de desempleo, la salida de la crisis se vislumbra lejana y con un alto coste social. En este sentido hay que señalar que según el último avance sobre la evolución de la economía, publicado ayer por el INE, nuestro crecimiento interanual se situaría en el tercer trimestre de 2010 en el 0,2%, mientras que el intertrimestral no refleja crecimiento alguno, situándose en el 0,0%.
Ante esta difícil situación, es necesario recuperar los niveles de demanda interna y de consumo. Para ello, resulta imprescindible no sólo mantener sino mejorar el poder adquisitivo de los salarios y de las pensiones, de manera que se impulse la confianza de las familias y, también, de las empresas. Una vez más, el papel de la política salarial se convierte en fundamental para la recuperación económica.
Para UGT, es prioritario, por un lado, el desbloqueo de la Negociación Colectiva, y por el otro, el cumplimiento de los compromisos alcanzados por los agentes sociales en materia salarial, especialmente en lo que se refiere a las clausulas de revisión salarial, con el objetivo de mejorar el nivel de confianza de la economía. Según los datos a 31 de octubre de 2010, la subida salarial media pactada en Negociación Colectiva es del 1,3%, un punto por debajo del IPC. Esta situación resulta insostenible en términos de poder adquisitivo.
Para los trabajadores que no están sujetos a la negociación Colectiva, como el caso de aquellos que reciben el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), es prioritario garantizar su poder adquisitivo, por lo que el SMI debería actualizarse en los términos necesarios para alcanzar los 800 euros mensuales en 2012 (en 14 pagas), con el objetivo de acercarse progresivamente al 60% del salario medio neto ese mismo año, tal y como establece la Carta Social Europea. Para UGT, el gobierno no debe escatimar esfuerzos ni imponer nuevos recortes salariales. En este sentido, hay que señalar que es intolerable la congelación del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) en 2011, dada su importancia social, especialmente entre las rentas más bajas.
Ante la evolución de nuestro empleo y nuestra economía, hay que impulsar el gasto público necesario que sustituya el gasto de hogares y empresas españolas, gasto que nos permita recuperar la demanda interna, a través de la reactivación el consumo. Sólo a través de la recuperación del crecimiento económico, y no mediante recortes de gastos sociales y reformas laborales lesivas para la economía en general y para los trabajadores en particular, seremos capaces de crear empleo en nuestro país y lograr de este modo la tan ansiada salida de la crisis.