UGT considera que en el debate sobre el estado de la nación ha pesado más la confrontación personal que la definición de políticas y se han quedado fuera cuestiones fundamentales como: alternativas que prioricen el empleo y den un enfoque más social a la salida de la crisis; las decisiones que se están adoptando en la UE y que condicionan, de manera muy relevante, las decisiones del Parlamento y el Ejecutivo; y la rectificación de medidas, rechazadas socialmente, como la reforma laboral. El sindicato manifiesta su preocupación porque las resoluciones presentadas por los grupos nacionalistas puedan agravar el proyecto de ley sobre reforma de la negociación colectiva, restando más eficacia a los convenios y propiciando el descuelgue de los mismos por parte de las empresas. Por otro lado, el sindicato valora, aunque le parece insuficiente, la resolución relativa a incrementar el mínimo inembargable por impago de deudas hipotecarias y resalta su apoyo a la resolución relativa a establecer a nivel europeo un Impuesto sobre la Transacciones Financieras.
El horizonte tras el debate sobre el estado de la nación sigue siendo de incertidumbre. La debilidad parlamentaria del grupo socialista, que no ha contado con avales explícitos que permitan entender que existen apoyos o compromisos parlamentarios estables, deja abierta la principal cuestión para el desarrollo de las políticas públicas, que es el horizonte de mayorías para aprobar los presupuestos de 2012. Esto implica una atmósfera de incertidumbre parlamentaria.
En el debate ha pesado más la confrontación personal política directa que la discusión y definición de políticas, sin duda por dos tipos de razones: la estrategia del principal partido de la oposición de no plantear iniciativas de regulación o de gestión y el calendario parlamentario que se encuentra en su fase final de la legislatura.
El sindicato considera que el debate ha sido muy general y alejado de las propuestas que finalmente se han presentado, lo que ha restado calidad y credibilidad al mismo. Asimismo, denuncia que se haya quedado fuera del debate tres tipos de cuestiones:
· las alternativas con un enfoque más social de salida de la crisis. Se trata de reducir el coste excepcional que esta suponiendo la misma para los más desfavorecidos.Como elemento positivo pero insuficiente la Resolución relativa a incrementar el mínimo inembargable por impago de deudas hipotecarias. Es insuficiente porque la injusticia es la propia cuantía de la deuda basada muchas veces en una valoración excesiva y una concesión temeraria de los créditos por las entidades financieras.
· la relevancia de las decisiones que se están tomando en la Unión Europea y que están condicionando, de manera muy relevante, las decisiones que el Parlamento y el Ejecutivo nacional han de tomar. No obstante queremos resaltar nuestro apoyo a la resolución relativa a establecer a nivel europeo un Impuesto sobre la Transacciones Financieras.
· la rectificación de iniciativas sociales y laborales, rechazadas socialmente como la reforma laboral que está cuestionada por la iniciativa legislativa popular recientemente presentada ante el Congreso.
Asimismo, UGT manifiesta su preocupación porque alguna de las resoluciones presentadas por los grupos nacionalistas puedan agravar la tramitación del proyecto de ley sobre reforma de la negociación colectiva incidiendo en los aspectos de restar eficacia a los convenios y propiciar el descuelgue de los mismos por las empresas.
El sindicato reafirma algunas de sus principales propuestas para salir de la crisis:
En el Plano legislativo:
· tramitación parlamentaria de la ILP para rectificar la reforma laboral, que no consigue ni crear empleo ni mejorar su calidad. El uso masivo del contrato temporal sigue siendo la pauta que no ha roto la Ley 35/2010 de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo. Por tanto, las políticas adecuadas deben seguir en la línea del consenso y los acuerdos, como el Acuerdo Social y Económico.
· tramitación de ley de pensiones, fortaleciendo la protección social para los más afectados por la crisis
· Culminación de la tramitación parlamentaria de la nueva ley de la jurisdicción social.
En el plano de las políticas públicas:
· El mantenimiento del estímulo público. Una inversión mejorando los servicios sociales (sanidad, educación, políticas activas de empleo, Ley de Dependencia,…) y las infraestructuras productivas, para aumentar el capital físico y tecnológico. Esta inversión pública servirá de palanca, a su vez, para estimular la inversión privada, con lo que se reactivaría la actividad económica y el empleo.
· El impulso de las políticas activas del mercado de trabajo. Se trata de fortalecer la actuación de los Servicios Públicos de Empleo, su modernización y coordinación para ganar eficacia en la intermediación y recolocación de las personas desempleadas, en especial de los grupos más desfavorecidos. Asimismo, es necesario implantar un Programa de Formación que permita adecuar ya las necesidades formativas al nuevo modelo productivo, apostando por los sectores más innovadores y competitivos y que aporten mayor valor añadido. Por último, sería necesario fomentar las iniciativas de economía social y de autoempleo, que pueden servir para dinamizar el tejido empresarial, que, en épocas de crisis como la actual, actúan de estímulo para la creación de empleo y permiten nuevas vías de salida para los trabajadores asalariados que han perdido su puesto de trabajo.
· La transformación del modelo productivo. Es necesario realizar políticas consensuadas, como las incluidas en el ASE, de recualificación profesional de las personas desempleadas y promover el empleo estable (no el temporal).