Esta fue la gran propuesta de la Canciller alemana, Ángela Merkel, tras su última visita oficial a España, la cual aprovechó para manifestar su valoración favorable a las últimas reformas neoliberales llevadas a cabo por el Gobierno Central en materia económica.
En el mismo sentido se ha posicionado el Banco de España, en la persona de su gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, dejando claro, una vez más, que los intereses que mueven a la institución, que en su día fuera la responsable de la política monetaria española y que, a día de hoy, poco sabemos a lo que se dedica, nada tienen que ver con los intereses generales de los ciudadanos y, menos aún, con la mejora de su calidad de vida.
Como era de esperar, una parte de la patronal española y andaluza, dejándose convencer por estos cantos de sirena, pero sin pararse a analizar realmente las posibles consecuencias que tendría este cambio de modelo de determinación salarial en nuestra economía, ya está dando sus primeros pasos para, a la hora de negociar los nuevos convenios colectivos, limitar el incremento salarial a la productividad. En este caso, Iberdrola parece ser la primera de nuestras grandes compañías que ya se ha posicionado firmemente a favor de esta posibilidad y así se lo ha hecho saber a los representantes sindicales.
Ante todas estas declaraciones, UGT Andalucía, a través del documento (que puedes descargarte o visualizar pinchando este enlace), va a intentar demostrar que, aunque ésta podría ser una posibilidad a estudiar en países como Alemania, las características de la economía andaluza y española no sólo desaconsejan esta opción sino que, por decirlo de alguna manera, hacen que el posible establecimiento de la misma sea una insensatez en términos económicos.
Esto se va a ir a pique
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