Negociación Colectiva. El caso de la NBA demuestra lo potente que puede llegar a ser

Cristóbal Molina, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Jaén, explicaba el otro día que lo que ha pasado en la NBA estadounidense define lo potente que puede llegar a ser una Negociación Colectiva. Lo contaba en el vídeo que aquí os incluyo, elaborado por el Gabinete de Comunicación de UGT Andalucía durante la celebración de las Jornadas de Negociación Colectiva que esta semana hemos celebrado en Granada. "Tan potente puede llegar a ser -nos contaba el profesor Molina- que, como se ha demostrado en este caso, puede llegar incluso a condicionar toda una actividad". 

La Negociación colectiva es fuente de derecho.

Y en la legislación de nuestro país hay dos únicas fuentes de derecho:

1. El Parlamento

2. La Negociación colectiva

Lo acordado en una Negociación Colectiva tiene el mismo valor legal que lo acordado en el Parlamento.

Esto sólo es así en el ámbito laboral.

Conviene repetirlo cuanto más mejor porque hay mucha gente que no lo sabe. Conviene repetirlo para que a los que lo saben, pero no les interesa saberlo, no se les olvide. Conviene repetirlo para que nadie desconozca que quien pretende cargarse la Negociación Colectiva, quien la pospone o quien no la cumple está directa y literalmente transgrediendo la ley. Es decir, delinquiendo o intentando delinquir.

Se puede reformar, claro está. Y en eso está el poder financiero, en eso están los representantes de los empresarios, en eso está Europa, en eso está Rajoy, que ya el miércoles se lo dejó clarito a mi compañero Cándido Méndez: "Porque se lo pide la UE" -dice, quiere un acuerdo en materia de Reforma Laboral para Reyes circunscribiéndose a los siguientes enunciados: negociación colectiva, flexibilidad interna, movilidad, ultraactividad, salarios y jornada, contratos, administración, absentismo, administración de conflictos, ETTs...

Mariano Rajoy y Cándido Méndez, durante su reunión de este miércoles 30 de noviembre

Está claro que la pieza clave, el cogollo del meollo, es la Reforma Laboral. Estamos ya sufriendo las consecuencias de las reformas del último año y medio, todas ellas encaminadas a quitarle valor al trabajo y la persona que lo desempeña. Pero no les basta.

Por eso se introducen medidas, y se quieren introducir más aún, que desprotejan la capacidad de defender el empleo. Medidas que disminuyan los mecanismos de poder de la Negociación Colectiva. Y las quieren introducir para conseguir instaurar un marco donde el que contrata paga, manda y establece por tanto las condiciones de trabajo que le da la gana.

Quieren quitarle todo el poder posible a la Negociación Colectiva.

Y los sindicatos de clase somos el centro de la diana en este asunto. Los cambios van a incidir en nosotros y en los intereses de las personas a las que representamos. Si el poder de la Negociación Colectiva disminuye hasta convertirse en lo que quieren que se convierta, acabará siendo una mera entelequia que va a cuestionar hasta la existencia de las organizaciones de trabajadores.

Citaré de nuevo al profesor Cristóbal Molina: "La Negociación Colectiva es un elemento estructural de todo el sistema de relaciones laborales. No hay ni un solo país desarrollado que no tenga una Negociación Colectiva potente. Hasta Estados Unidos y el Reino Unido la tienen, siendo como son los dos modelos más liberales y que por tanto más podrían apuntar hacia la negociación de empresa, que es lo que ahora se quiere para la Europa continental".

Mi compañero Toni Ferrer decía el otro día en Granada, como  también podéis ver en el vídeo que incluyo en este post, que "básicamente están atacando la Negociación Colectiva  porque en esta crisis de carácter financiero que en España está devastando el empleo no se puede utilizar la fórmula tradicional, que es devaluar la moneda. Por eso lo que se pretende es devaluar los salarios, es decir, recortarlos".

En veinte días estamos abocados a una situación que no podemos admitir porque sería ponerle el marchamo a la manera de concebir el valor que le atribuyen al trabajo los que nos van a gobernar y a quienes, cuando se les pregunta qué tienen pensado hacer cuando comiencen a ejercer el poder, no hay manera de sacarlos de la manida frase "hay que hacer lo que hay que hacer".

Nosotros también haremos lo que tengamos que hacer.

M.P.

Publicado por Manuel Pastrana