Reforma Laboral. El cuento de nunca acabar

Parece ya suficientemente claro que las intervenciones que hasta ahora se han realizado en el mercado laboral no aportan soluciones a la crisis. No se ha conseguido ninguno de los efectos que se supone debían de haber tenido las últimas medidas adoptadas, entre las que estaban el encadenamiento de contratos temporales de dos años o la ampliación de la edad para contratos de formación.

Es más, además de que la situación económica está mucho peor, las posibilidades de encontrar un trabajo son mucho más escasas que cuando empezaron a aplicarse unas medidas que nos vendieron como si fueran la panacea que iba a conseguir erradicar todos los males. 

Peor aún: los salarios están en caída libre. Las medidas que se han aplicado hasta ahora han surtido el mismo efecto que si para curarte un constipado te ponen una escayola en el tobillo. Porque son medidas que influyen sobre un ámbito que no es ni el que ha provocado la crisis ni el que tiene posibilidad de arreglarlo.

Hasta ahora, las medidas supuestamente mágicas sólo han tenido como objetivo quitar trabas al beneficio empresarial. Desde que el todavía gobierno en funciones puso en marcha la Reforma Laboral se han ido a la cuneta cientos de miles de empleos.

Parece, pues, evidente por otra parte que el bloqueo de la Negociación Colectiva responde simplemente a los intereses de una parte. Y claro, la crisis económica le está viniendo a algunos como anillo al dedo. Actúa a modo de paraguas de aquellos que quieren justificar la no negociación, es decir: el bloqueo de cientos de convenios colectivos. 

Pero que quede claro: las empresas que eluden la aplicación del convenio correspondiente a sus trabajadores están sencillamente violando los derechos básicos de éstos. El objetivo es minimizar los costes como sea, y lo que exige menos esfuerzo imaginativo y resulta más práctico es hacer recaer el esfuerzo sobre los trabajadores. 

Esto es así hasta tal punto que en Andalucía, en algunos sectores, la caída salarial que se ha producido está ya en torno al 20 por ciento. La dinámica con la que muchas empresas están funcionando en estos momentos yo la describiría de la siguiente manera:

1. Despedir

2. Abaratar salarios

3. Incrementar el tiempo de trabajo

4. Apostar por el trabajador multiusos, que lo mismo sirva para un fregado que para un barrido.

Este es el escenario en el que nos encontramos justo en estos días tan especiales que estamos viviendo hasta que el nuevo gobierno tome posesión y comience a descubrir sus cartas, hasta ahora tan celosamente guardadas.

La UGT, como ya sabéis los que tenéis la amabilidad de seguirme en este blog, hemos propuesto negociar acuerdos para el desbloqueo. Estamos a la espera de que la patronal empresarial andaluza adopte iniciativas. Y si no hay posibilidad de diálogo optaremos para empezar, como ya he dejado dicho aquí, por el boicot comercial a aquellas empresas que violen los derechos de los trabajadores y al seguimiento de la vigilancia que, para luchar contra la economía sumergida, empezarán a realizar en breve y de manera conjunta la Hacienda Pública, la Seguridad Social y la Inspección de Trabajo.

M.P.

Publicado por Manuel Pastrana