PRIMERA VALORACIÓN DEL PROYECTO DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 2014

Del primer análisis del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 aprobado por el Consejo de Ministros, y entregado en el Congreso, cabe concluir con rotundidad que no solo no responde en absoluto a las necesidades de nuestro país, sino que insiste en la estrategia de ajuste desproporcionado que tanto daño ha causado a nuestra economía y, lo que es más grave, a la sociedad española desde 2010. Lejos de constituirse en los Presupuestos de la reactivación, según la consigna que machaconamente repiten desde el Gobierno, constituyen los Presupuestos del estancamiento y los recortes.

Así lo explicamos en la nota de prensa (que adjuntamos), y en la que referimos cuatro conclusiones que, a nuestro juicio, cabe extraer del primer análisis de sus cifras. En primer lugar, no contienen medidas para reactivar la economía, mientras que incluyen nuevos recortes, de lo que se desprende que son, de nuevo, unos Presupuestos contractivos, diseñados para el ajuste, y que provocarán, cuando menos, el estancamiento. Segundo, desatienden nuestro problema más grave, que es el desempleo, puesto que reduce en términos relativos las partidas esenciales para impulsar la ocupación (políticas activas) y para paliar la situación de desempleo (prestaciones). Tercero, han constituido un nuevo ejemplo de opacidad y desprecio del Ejecutivo por el dialogo social, puesto que no se ha proporcionado la información adecuada ni se ha habilitado la participación efectiva preceptiva de los interlocutores sociales. Y cuarto, carecen de credibilidad, en la medida que este es el mismo Gobierno que ha incumplido sistemáticamente todos sus compromisos y que ha parcheado continuamente los presupuestos de los años anteriores por la vía autoritaria y discrecional del abuso del real decreto-ley, por lo que no cabe descartar que estos de 2014 sean modificados más adelante a la medida de las políticas regresivas (aún más) que viene aplicando.

Tras estas observaciones iniciales y de urgencia, realizaremos, como es habitual todos los años, un análisis más detallado de las cifras de los presupuestos sobre las distintas partidas a medida que se vayan conociendo y estudiando los contenidos concretos del proyecto de ley.

Como añadido a las consideraciones recogidas en el comunicado que os enviamos, cabe hacer una somera referencia al escenario macroeconómico que ha detallado el Gobierno, y que resulta, en línea con los Presupuestos, muy decepcionante. Se prevé un aumento del PIB del 0,7%, con una caída del empleo de dos décimas en el conjunto del año. Unas cifras que por sí solas ratifican la imposibilidad de que este pueda ser considerado unas cuentas de recuperación.

El detalle de algunos de sus números consolidan esta idea: el consumo privado seguirá bajo mínimos (cuasi congelado, +0,2%); el gasto de las AAPP continuará cayendo fuertemente (-2,9%), más incluso que en 2013, lo que explica bien a las claras el papel procíclico que está jugando el sector público; la inversión, aunque abandona los números negativos, apenas crecerá (+0,2%); y las exportaciones no despegan (+5,5%), mientras que las importaciones aumentarán moderadamente (+2,4%). En suma, un escenario de estancamiento, que hay que recordar que se produce tras el desplome de los últimos años. Estancamiento, por tanto, en la pobreza a la que nos han llevado las políticas de ajuste ciego.

En materia de empleo y rentas, las previsiones son igualmente ilustrativas. Se anticipa una destrucción de empleo (-0,2%), y una levísima caída de la tasa de paro que vendrá dada por la salida del mercado laboral de los desempleados, y no por el paso de estos a la ocupación. Es decir, mayor pérdida de capacidades de nuestra economía, y ahondamiento en el despilfarro de recursos productivos a medio y largo plazo. Y todo ello en un contexto de continuación de la devaluación salarial (caída de los costes laborales unitarios de -0,6%) que solo puede traducirse en un empobrecimiento generalizado de los trabajadores y en la apuesta por actividades de bajo valor añadido y empleos precarios y de baja calidad (temporales y a tiempo parcial). En definitiva, el cambio opuesto que precisa nuestra modelo productivo, y que se deriva directamente de la reforma laboral aprobada en 2012 y del planteamiento empobrecedor de las políticas de este Gobierno.

En consecuencia, unas cuentas para 2014 que ponen de relieve la gravedad de la situación de nuestra economía, la incapacidad de las políticas propuestas por este Gobierno para sacarnos del pozo de la crisis, y la certeza de que este Ejecutivo y el partido que lo sustenta han comenzado ya la propaganda electoral y pretenden mostrar con sus declaraciones un rostro amable que sus hechos en absoluto avalan.

**** Comunicado de Prensa