Buscamos un acuerdo de reforma de la negociación colectiva útil para empresas y trabajadores

El Secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha afirmado que en la reforma de la negociación colectiva la voluntad de acuerdo es sólida e indestructible, “buscamos un acuerdo que sea útil para empresas y trabajadores, por lo tanto no caben acuerdos de bajo perfil ni acuerditos.

Estamos hablando de reformar una estructura que ha demostrado su utilidad en los distintos ciclos de la economía”. Ferrer - que ha precisado que el domingo se cumplen 31 años de vigencia del actual acuerdo de negociación colectiva- ha manifestado que se está discutiendo la articulación jurídica del sistema y las reglas de negociación colectiva, por tanto, “no cabe su contaminación ya sea nacional o ya sea de importación por los llamados Pactos de Competititividad o Pacto por el Euro”.

Tras recordar que la productividad ya se incorporó al final de los 70, a través del Acuerdo Marco Interconfederal, que suscribió UGT y CEOE- ha señalado que “la resultante de esta negociación es que haya más relaciones colectivas de trabajo, que sean equilibradas y que permitan modernizar nuestro sistema de relaciones laborales”.

El Secretario de Acción Sindical de UGT ha realizado estas declaraciones tras su intervención en una Jornada Parlamentaria para explicar el Acuerdo Social y Económico. Un acuerdo que plantea “un antes y un después” y que pone en valor la autonomía de los interlocutores sociales en esta materia. Asimismo, reabre y retoma el diálogo social en el ámbito de la Función Pública.

Para Ferrer uno de los principales aciertos del Acuerdo ha sido abrir las expectativas y el horizonte más allá del acuerdo de pensiones y vincularlo a otras políticas y actuaciones (política industrial, energética, innovación, políticas activas de empleo, etc), es decir, “establecer una relación que no estuviera sujeta a la inmediated y a las luces cortas de la crisis”.

Respecto a las pensiones, ha manifestado que el “Acuerdo demuestra que es posible mejorar la protección social y la sostenibildiad del sistema de Seguridad Social, sin la necesidad de arbitrar recortes innecesarios en los derechos de los pensionistas actuales y futuros”.

Este acuerdo, que se inscribe, claramente, en la actual etapa de dificultades económicas, es también “un mensaje claro, preciso y concreto hacia las instituciones de la UE, pues es posible hacer otro tipo de políticas económicas y sociales, a través del Diálogo Social frente a las reformas estructurales impuestas”. Asimismo, es una respuesta contundente frente a los intereses especulativos de los mercados, de los distintos ideólogos y sus foros- como el grupo de los 100- y ante las distintas instituciones de supervisión y regulación, tanto nacionales como internacionales.

No obstante, Ferrer ha querido dejar claro que este Acuerdo no ha cerrado el conflicto abierto con el plan de ajuste de mayo de 2010, ni con la reforma laboral, contra la que los sindicatos han presentado una Iniciativa Legislativa Popular. En este sentido. Ferrer ha señalado que la experiencia está dando la razón a las posiciones sindicales: ni está creando más empleo, ni corrigiendo la segmentación y dualidad del mercado de trabajo.