España sigue igual

Ni partidos de izquierdas ni partidos de derechas. Una vez más la falta de valentía política pone de manifiesto la primacía de intereses particulares y partidistas a los meramente generales, que son para los que la población de Los Barrios otorgó la confianza con su voto a los distintos grupos políticos que hoy por hoy rigen los designios de la Villa.

Hoy el Partido Andalucista con su Alcalde a la cabeza Jorge Romero ha condenado a la muerte laboral a 178 trabajadores del municipio, abusando de su autoridad, desoyendo a los partidos en oposición y a los sindicatos.

Este Alcalde de la muy noble y leal Villa de Los Barrios, este señorito Andaluz, ni es noble ni leal con sus trabajadores, a los que engañaba todos los días cuando estaba en la oposición apoyando a los trabajadores cuando protestaban en la puerta del Ayuntamiento por el cobro de sus nóminas, y hoy les da la patada por el único motivo de haber entrado a trabajar en el Ayuntamiento mientras gobernaba un partido al que siempre ha odiado. Ha pagado el odio personal hacia personas concretas a través de 178 familias que ni tienen culpa del déficit del Ayuntamiento ni de las malas artes que está utilizando este Alcalde.

Hoy el Partido Popular ha tenido la oportunidad de dar un giro de 180º a la política municipal, pero cobardemente y amparándose en que el pueblo votó mayoritariamente al partido Andalucista, ha dejado tirada a la ciudadanía barreña, que si bien votó mayoritariamente a este Alcalde, lo hizo ante un programa electoral de progreso y ante promesas, que ahora y una vez con el bastón de mando en mano,  viene  incumpliendo  una tras otra.

Una vez más los pactos políticos en otras instituciones han primado sobre el interés general.

Una vez más los partidos políticos son incapaces de pensar de una forma extensa, más allá de sus propios intereses en forma análoga a la persona que padece de la parálisis motora en la mitad de su cuerpo, propia de la condición médica conocida como hemiplejía Y ya no sólo como una limitación del pensamiento, sino, tal y como era Ortega y Gasset, visto desde una perspectiva de la filosofía. El hombre, viene a decir, no debe centrar la visión de su vida o de sus actos desde la óptica de la política, sino (y esto es lo que viene a decir dicha cita) desde la óptica de la filosofía, que es la verdaderamente innata en el hombre.

Terminamos con las palabras de Ortega y Gasset:

 “Ser de izquierdas es, como ser de derechas, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de hemiplejia moral.

Esto es España. Aquí vale todo.