En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que trato nos sentimos ni tenemos porqué sentirnos servidores de nadie, y mucho menos queremos ser servidos. Le aclaro que en mi declaración a Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como minimo, 110 horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un Negociado, cobro 1.500 €, de los cuales usted se cree muy dueño de rebajar un 20%.
Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de “vacas gordas” el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios? ¿Está usted quizás dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que habitualmente cobra? ¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional “libre” de este país?
Le pongo un ejemplo muy concreto. Un vecino de mi bloque, trabajador de la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el “boom” urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla capital. Es cierto, ahora está en paro y yo y toda mi casta hemos contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás lo cobraremos. Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para “repartir”con él y muchos como él que ahora no les va bien. ¿Hablaría usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del único pisito que poseo y que me está quitando el sueño? Los dos creemos que él no estaría dispuesto, ¿verdad?.Pues yo tampoco a darle un 20% de mi sueldo.
Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña a otros ciudadanos. Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas oposiciones. Por tanto, si yo he aspirado a “ganar poco y vivir tranquila” es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni considero mi puesto hereditario. Mis hijos se lo tendrán que currar y posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o sencilla como quiera llamarlo. Y es en este punto donde más me enciendo, ¿con qué derecho se cree a proclamar a los cuatro vientos que mis dos hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?
Ah y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que eso no es así en todas las profesiones, que hay mucha “economía sumergida”), por lo tanto no intente “calentarle” el ánimo a nadie con el hecho de que son los ciudadanos con sus impuestos los que me retribuyen , nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado.
Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante para el país que el de su profesión, por ejemplo. Si no escribe un dia un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la Sanidad, la Enseñanza, los Cuerpos de Seguridad… no acudieran a su trabajo…
En fin Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo.
Con todo el respeto, Sr Ferrand:
ResponderEliminarVaya hombre, llegan las vacas flacas y todo el mundo mira a los trabajadores del sector público, a los y las maestras, a los y las médicas de la Seguridad Social, a los y las policías, bomberos, personal de los servicios sociales, trabajadores y trabajadoras del INEM, militares...esos de los que en vacas gordas, con los inmensos sueldos de los grandes empresarios, de los grandes periodistas, de los futbolistas, de la banca, nadie se acordaba. ¿Sabe el Sr Ferrand la proporción de funcionarios por habitante tenemos en relación a los países europeos que tanto admira?¿Pretende reducir o mermar aún más los escasos y mal dotados servicios públicos de este país?Sí, yo también pasé una oposición (abierta a toda la ciudadanía, no como ocurre en otros ámbitos más restringidos y clientelistas), estuve bastantes años estudiando sin más perspectiva que ser mejor que los 25 restantes que optaban a cada plaza, con la incertidumbre de aprobar o no, y aprobé. Y NO PIDO PERDóN por hacerlo, Sr Ferrand. Somos un colectivo vituperado, humillado, denigrado, y YA está bien. No necesitamos eso, Sr Ferrand. Mire también a los suyos, que se forran con las miserias ajenas, mire a aquellos que se forran con el dinero de otros invirtiéndolo en negoocios éticamente dudosos, a la banca, a las inmobiliarias que han perpetrado un verdadero ataque a mano armada y que comercian con un bien de primera necesidad como las viviendas...Pero no, el problema somos nosotros, siempre nosotros.
FUNCIONARIO DEL POEMA
ResponderEliminarMe hicieron fijo,
en esta ruinosa oficina de la lírica,
mis azarosos pasos:
mi destino.
Oposité leyendo días ilegibles:
oposité viviendo libros muertos.
Funcionario tan sólo del poema
vivo sobre esta piedra
mortal fragmento de aire
oro en la nieve de mi lengua.
SOY OPERARIO PÚBLICO
ResponderEliminarPertenezco a los cuadros de la función pública de que tanto me enorgullezco. No me llamen nombres. Los operarios públicos, casi totalidad, merecen el respeto y la admiración de todos.
Que culpa ellos tienen que les impongan dirigentes y autoridades incompetentes.
Soy empleado público, me considero respetuoso, yo diría que muy respetuoso. Pero ante esto sólo puedo decirle e este "señor" pura y llánamente "VETE A LA MIERDA". No conforme he leído de nuevo el artículo de este "personajillo" por si acaso estuviese equivocada mi opinión y saben qué:
ResponderEliminarMe causa sensaciones que me gustaría plasmar, y son las siguientes:
- Verguenza ajena
- Repugnancia
- Denigrante
- Injurioso
- Sectario
- Soberana estupidez
- Opinión enferma y peregrina
- Mala fe
- falta de profesionalidad
- Una gran mierda
El funcionario español
ResponderEliminarCompare el lector u oyente un funcionario alemán con un funcionario español, notará en el comportamiento del primero, del alemán, que el hombre oculto tras el rol oficial ha aceptado radicalmente éste, se ha sumergido por completo en él, ha inhibido de una vez para siempre su vida personal -se entiende: durante el ejercicio de su obligación-, no ahorra detalle alguno de los prescritos en el reglamento, no se sorprende en él despego alguno hacia la actuación oficial que le es impuesta, al contrario, hace lo que hace, el oficio, con verdadera fruición, cosa imposible si al individuo no le parece ya, como individuo, un ideal ser funcionario (...) Contraponga el lector, a este caso, el del funcionario español. El espectáculo de su comportamiento no puede ser más diferente: al punto advertimos que el español se siente, dentro de su oficio, como dentro de un aparato ortopédico; diríamos que constantemente le duele su oficio, porque su vida personal perdura sin suficiente inhibición, y, al no coincidir con la conducta oficial, tropieza con ella, por eso le duele. Se ve que el hombre este siente en cada situación unas ganas horribles de hacer algo distinto de lo que le prescribe el reglamento. (Ortega y Gasset, El hombre y la gente. Curso 1939-40)
Muy buena esa carta, realmente no se puede decir mas claro y en menos espacio. Ese señor (por darle un tratamiento), hace tiempo debió de perder la cordura y el buen hacer. Yo dejaré de leer cualquier línea que salga de su mano.Todo es por envidia, pero ¿por que todos los que tanto critican a los funcionarios, no se presentan a esas oposiciones?.
ResponderEliminarEn fin, no sigo para no caldearme de más.
Dos policías locales son heridos (ellos tambien son funcionarios), uno por arma blanca, por un sujeto con 28 detenciones previas. Esto ocurría el jueves de la pasada semana. Yo le preguntaría a este periodista:
ResponderEliminar¿Son estos funcionarios de esa casta que tiende a esclerotizar al Viejo Continente y que, con más derechos que obligaciones, se ha adueñado de la propiedad de su puesto de trabajo, al que incluso considera hereditario, y pretende vivir sin la incertidumbre que acompaña a los ciudadanos que, con sus impuestos, les retribuyen y mantienen?
Pura envidia es lo que ustes tiene y algún que otro trauma.....
¿ Quién es el tal Martín ferradans ? Acaso es primo de Zapatero con los recortes y con la mala uva?. Ahora resulta que también se permiten el lujo de ofendernos la "Casta" del "periodismo". Por si no tuvieramos bastante con la "Casta política" ?. Vamos hombre!!; dedíquese a otra cosa. No se meta más con nosotros. Ah, y por cierto. Tiene hijos, primos o sobrinos?. No tiene ninguno médico, maestro,policía,... En caso contrario, no le gustaría que lo fuera. A ver si Vd. se cree que a todos estos PROFESIONALES les han regalado sus puestos de trabajo.
ResponderEliminarSin ofender,pero me.....en sus CASTAS TOAS.
AH, Y MUY BIEN POR LA COMPAÑERA DE LA JUNTA.
que cara dura hay que tener y que pasa cuando el albañil cobraba 5000 € y un monton de chapuces. Hoy hay albañiles con un pedazo de casa y yo pagando religiosamente una hipoteca.
ResponderEliminarhabra que ver el sueldo del impresentable de este periodista.
VACAS GORDAS Y VACAS FLACAS.
ResponderEliminarLas épocas de vacas gordas suelen dar cabida a sociedades que triunfan en la opulencia y desechan los valores tradicionales de justicia y solidaridad como limosna para los que no tienen nada mejor que echarse a la boca. Pero a estas vacas nadie les contó la historia de la cigarra y la hormiga, y comieron hasta que ya no les quedó pasto. Luego, las hermosas vacas se convirtieron en pellejos famélicos.
Todo ello síntoma del pase de vacas gordas a vacas flacas. Y entonces esos avaros de las sociedades banqueras, esa clase superprivilegiada que quieren seguir en los pastos de las vacas gordas, se inventan una crisis mundial producida por ellos mismos para que los que pastamos con vacas flacas nos traguemos que su verdad es la única, mientras tanto para la mayoría de los mortales la palabra más buscada en google ya no es “sexo”, sino refinanciar, desahucio, final de mes, números rojos y si te sobra algo, y vas a un bar, y te pides una caña, te ven el rostro y te sirven de tapa un ansiolítico.
¿No es una indecencia consentida por todos los políticos, puesto que todos están representados en los Consejos de Administración, los millones de euros que se llevan en esas prejubilaciones blindadas o sueldos?
Sí, es una indecencia. Pero sobre todo, porque todos la permiten, la consienten y se benefician, por lo tanto no desaparecerá.
Sí, pero igual o mayor indecencia es que el Gobierno inyecte cerca de 20.000 millones de €, de dinero público a esas Cajas de Ahorro, que han especulado con el dinero de todos en productos sospechosos.
Mientras tanto el Gobernador del Banco de España, confunde y engaña a los españoles, pide austeridad y reducción de salarios a los más desfavorecidos en esta crisis. Mientras, a este “señor” seguro que su cabeza le dará las mismas vueltas que a la niña del exorcista. Y lo digo porque estará mirando siempre para otro lado, para el lado de las vacas gordas, pues a este le importa un pepino, el banco, España, la crisis y lo que esté por venir.
Este tio es mala persona en sentido amplio.
ResponderEliminarSOLO UNA PALABRA: IMPRESENTABLE.
ResponderEliminarY a este donde le han regalao educación, clase y tolerancia.
ResponderEliminarViva España, que hoy es su día, y viva la Virgen del Pilar.
ResponderEliminarMirad la cara de este tio es un amargao de la vida, que se ensaña con los funcionarios, lo mismo es un capitalista camuflado de periodista.
ResponderEliminarSR.MARTIN FERRAND, TENGA VD. CUIDADO, QUE LOS INFARTOS ESTÁN A LA ORDEN DEL DIA.
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡SÓ MAMARRACHO!!!!!!!!!!!!